Cortar jamón puede llegar a ser una actividad muy divertida. Obtener de este gran pedazo de carne curada lonchas largas y finas puede ser todo un reto, e incluso puede volverse adictivo. Siempre está el ‘experto de casa’, el que sabe como sacar esas lonchas perfectas o, al menos, ‘el que sabe lonchear mejor’. Más aún, en fiestas señaladas y cuando hay concurrencia alrededor de nuestro jamonero, el hecho de cortar jamón puede convertirse en toda una competición. Este tipo de competición, sin embargo, cuenta con una pequeña diferencia, aquí todos se llevan una sabrosa recompensa final.